La documentación de los controles refiere a si los mismos se encuentran o no compendiados en manuales. Estas guías deben dejar constancia de cuáles son los procesos a seguir frente a riesgos de corrupción. A su vez, informan sobre cuáles son las acciones que conforman estos procesos. Al mismo tiempo, las actividades a ejecutar deben estar temporalmente calendarizadas y deben encontrarse atribuidas a responsables conscientes de tal obligación.
Controles documentados permiten, como es posible imaginar, reducir en mayor medida los niveles de riesgos inherentes. Por el contrario, controles no (o escasamente) documentados contribuyen a menguar en menor cuantía los riesgos inherentes.